Drake
Espiar a la familia no es ético y tampoco legal, pero ninguna de las dos son razones de peso como para mantenerme lejos de un problema. Descubrir que Leo era el hijo biológico de Nick había sido una sorpresa, aunque no difícil de digerir. Es más, el hombre me gustaba, que fuese parte de la familia solo era un punto más a su favor.
Seguramente por eso me intrigó que DAI, mi meticulosa IA, encontrase el nombre de otro Kingsdale en el punto de mira de Viktor. Él siempre tenía una razón de peso para ordenar una investigación a fondo de una persona. ¿Qué ocurría con Jasper Kingsdale?
Cuando DAI me informó de que tenía una reunión con Viktor me intrigó, así que curioseé. Supe que se entrevistó antes con Anker allí en el hospital. Que Viktor estuviese implicado me tranquilizó, a él no solía escapársele nada, y si era una amenaza para la familia, lo neutralizaría.
Pero cuando DAI me avisó que Jasper estaba de nuevo en el hospital Altare, y que la señal de su teléfono estaba junto a la de Leo, un extraño cosquilleo se instaló en esa parte de mi cerebro que no podía quedarse quieta, así que me salté mis propios protocolos de seguridad y pirateé el teléfono de Leo. Y doy gracias de haberlo hecho, porque me enteré de muchas cosas. Aquel viejo era una rata sucia y rastrera como nunca antes había visto, de esas que no lo parecen pero que se llevan el primer premio. No me malinterpreten, a lo largo de mi vida he tropezado con gente peligrosa y retorcida, mi propio padre era una de las peores, pero al menos de él podías esperarte lo que fuera, por brutal que fuera. Es dos palabras; estabas prevenido. Pero ese Jasper…
—DAI, quiero toda la información que puedas conseguir de Jasper Kingsdale. Cada empresa, entramado financiero, el de sus socios, sus activos pasados y presentes. Traza un perfil y elabora una predicción de sus movimientos. —Si en algo son buenas las IA es en analizar un gran volumen de datos y hacer predicciones.
Toda persona suele tener costumbres, hábitos, o rutinas, de las que algunas veces somos conscientes y otras no. Encontrar el patrón de movimientos de Jasper podía indicarme hacia dónde quería ir con aquella amenaza. ¿Qué quería conseguir obligando a Leo a regresar a San Francisco?
—Hay algunos puntos interesantes, pero hay un cabo suelto que no puedo seguir. —Esa observación me hizo prestarle atención.
—Expónmelo. —La pantalla central de mi puesto de trabajo empezó a llenarse con datos que a simple vista no parecían relevantes, pero que analizándolos parecían dar con algo que podría contener un dato jugoso.
—Tiene contratada la entrega de flores en la tumba de alguien que no perteneció a su familia. Cada año por la misma fecha, un ramo de margaritas. La destinataria es Nathalie Woodward.
—¿Ese apellido aparece vinculado a Jasper de alguna manera?
—Es ese el caso, no ha tenido vínculos con nadie que tenga ese apellido. Ni familiares, ni empresariales, nada. —Raro.
—¿Qué sabes de ella?
—De esta Natahlie Woodward no hay registros digitalizados, ni siquiera de su llegada al cementerio, lo que indica que murió antes de que se empezasen a informatizar. —Eso era mucho tiempo.
—Entonces solo nos queda una vía de investigación, y es la tradicional. —Tendríamos que ir a ese cementerio y preguntar. Sacar algunas fotos de la lápida, averiguar la fecha de nacimiento y muerte de la difunta, ese tipo de cosas.
—He enviado algunos emails a la administración del cementerio y a la floristería, solicitando datos y fotos si es posible.
—Es muy tarde para obtener algunas respuestas hoy, quizás consigamos algo mañana.
—¿Puedo hacer una sugerencia? —Volví la cabeza hacia el lugar donde flotaba el holograma de DAI, una copia exacta de mi mujer cuando era más joven, aunque con el pelo azul.
—Te escucho. —Estaba abierto a cualquier idea que pudiese darnos información.
—Podríamos enviar una unidad móvil a ese cementerio de Los Ángeles. Tengo más o menos localizada la zona en la que debería estar esa tumba. Si enviamos un dron para reconocimiento nocturno, podríamos conseguir una imagen de la lápida esta misma noche.
—¿Crees que Viktor nos prestaría a uno de sus equipos para esa incursión?
—Tienes a ese trasto aparcado en el garaje, ¿por qué no le envías a él? No es como si necesitases que una persona lo condujese hasta allí. Puedo encargarme de dirigirlo yo misma y traerlo de vuelta. —Casi me hace reír. Porque sabía que era una IA, sino pensaría que tenía envidia a mi coche. Está bien, le dedicaba mucho tiempo a encontrar nuevas utilidades para volverlo más práctico, pero a ella tampoco la tenía desatendida.
—¿Crees que podrías encargarte de ello? —Nada como lanzarle un reto para que pusiese más empeño en hacerlo bien. La programé demasiado parecida a mi Tasha, y a ella no le ganaba nadie a cabezota y obstinada.
—La pregunta ofende. —Mis labios se curvaron para dibujar una gran sonrisa satisfecha, mientras observaba su ceño fruncirse.
—Está bien. Pero asegúrate de que no le pase nada. No quiero tener que ir a recuperarlo de alguna zanja. —Se parecía tanto a Tasha cuando ponía los ojos en blanco…
Viktor
La información que había conseguido de Jasper me indicaba que cuando quería algo, no le importaba jugar sucio para conseguirlo. Pero lo hacía de tal manera que su nombre no se manchase. Un tiburón, como nosotros, pero él se suponía que era de los buenos, no como nosotros. Sacudí la cabeza para despejar esa estupidez de mi mente, estar en el lado de los buenos no quería decir que lo fueras.
Mi teléfono empezó a sonar sacándome de mis pensamientos. El identificador me indicaba que se trataba de mi hermano pequeño, Nick. Ponerle al tanto de lo que estaba haciendo Jasper era lo mínimo que debía hacer, pero lo que no esperaba es que se presentase en el hospital siguiendo al viejo. Vale, era yo quién le tenía vigilado, pero si quería implicarle a él directamente se lo habría dicho. Aunque decirle que no lo hiciera no serviría de nada, era su hijo, yo habría hecho lo mismo. Un hijo es un hijo, tu sangre, aunque lo acabases de conocer hacía dos días.
—Dime. —No quería decirle que lo había visto por las cámaras de seguridad del hospital, y que sabía que había entrado al despacho de Leo. Había estado hablando un buen rato, y algo me decía que había sido sobre la visita de Jasper.
—Leo y yo tenemos algo que contarte. —Juntos, eso era bueno.
—De acuerdo. ¿Dónde quieres que nos reunamos?
—¿Mañana a primera hora en la sala de juntas del Altare te viene bien? —tanteó.
—A las 8 estaré allí. —Así me daba tiempo a recopilar más información sobre Jasper. Cuanto más supiese de él y sus actividades, más acertado sería el perfil que me estaba creando sobre su persona.
—Muy bien, pues hasta mañana. Y no le quites el ojo de encima a ese hombre. —Como si fuera a hacerlo.
—No te preocupes. Tengo a mi gente oliéndole el trasero. —Y no había mandado a unos novatos, tenía a los mejores detrás de él.
Después de cerrar la conversación, estaba a punto de volver a mi material de estudio, cuando recibí un mensaje de Nick. Algo extraño.
—Será mejor que amplíes tus pesquisas a los padres de Leo, Jasper ha amenazado con destapar la homosexualidad de su padre y su ilegitimidad. —El tipo no se andaba con remilgos. Tiraba a hacer sangre. Esta amenaza me indicaba que no le importaba hacer daño a su familia, no ya a su nieto, sino a Leo al haberle amenazado con hacerlo. Implicarle a él me indicaba que no le importaba a quién dañaba, solo buscaba un objetivo.
—OK. —respondí.
Tendría que pagarle a Boby unas cuantas horas extra, pero por proteger a la familia pagaría cualquier precio.
Seguir leyendo