Leo El silencio se mantuvo, al menos hasta que cerré la puerta. Señalé las sillas frente a mi mesa a mis padres, pero yo
- Leo No voy a relatar toda la operación, pero sí que diré que tener aquel órgano entre mis manos fue algo que nunca antes
- Leo ¡No, no, no! Era demasiado pronto, tenía que esperar hasta encontrar un corazón viable. Esto no tenía que estar pasando en ese momento.
- Leo —¿Estás seguro? —preguntó Jade con los ojos abiertos como platos. Yo no le veía tanta sorpresa. —Quiero ver dónde has aprendido eso que
- Jade ¡No podía creérmelo!, Leo se había quedado dormido. Esas pastillas debían ser realmente fuertes para haberlo tumbado en tan solo unos minutos. Estaba