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    Dra. Jade

    Capítulo 25 DJ

    03/09/2025

    Leo

    Un par de golpes suaves sonaron en la puerta. Nick abrió después de tener el consentimiento de Viktor.

    —Señor, tenemos algo. —Su mirada se posó sobre Viktor. Parecían hablarse sin cruzar palabra.

    —El deber nos reclama. —dijo mientras se dirigía hacia la puerta.

    Antes de seguir a mi tío, Nick cruzó su mirada conmigo. No sabría explicarlo, pero parecía transmitirme algún tipo de mensaje, como “estoy contento de que hayas decidido unirte a nosotros”, o eso creo. Solo asentí con la cabeza, gesto que él replicó antes de girarse e irse.

    Sacudí mi cuerpo, como si necesitase liberarlo de un ligero entumecimiento. Si algo me había quedado claro, es que la intensidad que percibía en ellos era auténtica.

    Cuando regresé a la zona médica, me quedé observando a la gente a mi alrededor. Ahora los veía de otra manera. Todos seguían trabajando con la misma profesionalidad de antes, pero podía advertir pequeños detalles que antes me habrían pasado desapercibidos, como el hecho de que parecían más comprometidos con los pacientes que otras veces, como si de alguna manera les implicase directamente, no como un familiar directo, pero sí como si fueran alguien a quién conocen. Y probablemente fuese así.

    Busqué a Pamina y a Jade, sobre todo a esta última. Cuando la encontré, su rostro cansado evidenciaba preocupación.

    —¿Qué tal estás?

    —Cansada. —confesó, mientras apoyaba su peso en el borde de la mesa a su costado.

    —Entonces será mejor que te lleve a casa a descansar. —El movimiento de su cabeza ya me advirtió de su respuesta.

    —Esta noche dormiré aquí, por si nos necesitan. —Lo dicho, estos pacientes no eran como los demás, y como dijo Viktor, es porque eran de la familia.

    —Si tú te quedas, yo también. —Y algo me decía que Pamina haría lo mismo. —Quizás sería bueno hablar con la dirección, para que habilitasen alguna habitación especial para este tipo de casos. Un médico también tiene que descansar en condiciones. —Mi comentario dibujó una extraña sonrisa en mi chica.

    —Si algo sobra aquí son habitaciones. —Fruncí el ceño, porque no podía estar hablando de las habitaciones para pacientes, ¿verdad?

    —¿Te refieres…?

    —Seguro que hay alguna que podemos utilizar esta noche. —Me giñó un ojo mientras tiraba de mí hacia el control de enfermería. —Hola, Código F. —La mujer tensó la espalda antes de teclear en su terminal.

    —La nueve está disponible. Daré aviso.

    —Gracias. —Jade tiró de mí arrastrándome hacia los ascensores.

    —¿Así de fácil?

    —Sí.

    —Y digo yo, ¿por qué no utilizamos este beneficio cuando operamos a Alma? Me he pasado horas en esa minúscula cama de intensivos. —Mi espalda todavía la recordaba.

    —Porque allí dentro no tienes que pasar por el proceso de higienización para entrar en la zona, porque ya estás dentro. —Vale, eso lo entendía, si tenía que atender una emergencia, el tiempo era fundamental. Un par de minutos podían ser la diferencia entre la vida o la muerte. —Y también porque estaremos más cerca del quirófano de la parte superior. —Señaló con el dedo hacia arriba. Estaba bien pensado el tener un quirófano cerca del helipuerto, a solo dos plantas por debajo. Lo suficientemente cerca para no demorar la asistencia del paciente, y lo suficientemente lejos para que las vibraciones del helicóptero no interfiriesen durante la intervención.

    —Así que, si llega algún herido más, estaremos cerca. —deduje.

    —Los que están aquí ya están en las mejores manos. —En eso estaba de acuerdo. Los Vasiliev no habían escatimado recursos, se había movilizado a todo el mundo, o eso parecía. Ahora entendía esa manera suya de hacer las cosas rápido. Todos eran como una unidad de emergencia, lista para entrar en acción en cualquier momento, nada de perder el tiempo improvisando.

    Hay habitaciones de hospital y HABITACIONES DE HOSPITAL, y sí, lo he dicho con mayúsculas. El segundo tipo era precisamente en el que íbamos a dormir lo que quedaba de noche, o mejor dicho, vista la luz que empezaba a entrar desde la ventana, donde íbamos a descansar esa mañana. La cama no era grande, estaba pensada para un único paciente, es lo único que se le podía recriminar, pero ya me había acostumbrado a dormir abrazado a Jade, así que no me importaba la estrechez. Pero ahí acababan casi todas las coincidencias con una habitación de hospital convencional.

    —Es una suite de hotel. —No pude contenerme de decirlo en voz alta.

    —Yo no diría tanto, pero sí que se acerca. —Jade me señaló con la cabeza todo el equipo médico; maquinaria de medición de constantes vitales, que se agrupaba junto a la cabecera de la cama, aunque no encima. Era como si hubiesen mantenido una distancia que le permitiese al médico echarle un vistazo a todo, pero no incordiar en demasía al paciente, para que las luces y el ruido no le incomodasen.

    —Y huele bien. Bueno, no a hospital quiero decir. —Desinfectantes, secreciones corporales… Seguro que cualquiera me entiende.

    —El olor y la incomodidad está pensado para que los pacientes se recuperen pronto. —¿Qué?

    —Eso sería más bien al revés, ¿no crees? En un lugar como este tendrías que sentirte cuidado, cómodo. Así te centrarías solo en la recuperación, no en pelear contra una cama incómoda.

    —Pues eso. Si no estás cómodo, harás lo posible por regresar a tu casa. Esa es una estrategia comercial para acortar las estancias hospitalarias, sobre todo de cara a las compañías aseguradoras. Pero cuando el cliente es rico y paga por el servicio, el que se sienta cómodo hará que no desee abandonar la habitación con tanta celeridad, lo que se convierte en uno o dos días más de facturación para el hospital. —Eso me hizo pensar.

    —Vaya, no lo había visto así.

    —Tampoco es mérito mío, eso nos lo confesó Anker en una de las reuniones familiares. No sabes lo que se le suelta la lengua a uno después de unos cuantos tragos de vodka.

    —Ahora entiendo. En un hospital como este hay que conseguir dinero utilizando todos los trucos posibles. —Aunque he de confesar, que el olor a hospital en las habitaciones no era tan pronunciado en el Altare como en otros hospitales por los que había pasado.

    —Como dice el tío Nick, el que tiene dinero que pague, el que no, que solo se cure. —Otra frase rara.

    —Eso quiere decir…—dejé la frase en el aire para que ella la terminase por mí.

    —Que el Altare tiene como prioridad la salud de todos sus pacientes, pero que exprimir las cuentas de los que tienen demasiado tampoco nos crea remordimientos. Esa fue una de las condiciones que puso Drake para trabajar aquí y que sus técnicas se aplicasen principalmente en el hospital de la familia.

    —¿El cobrarles más a los ricos? —pregunté confundido.

    —No. —se quejó con una sonrisa—El que con lo que se le cobre de más a un rico, se atienda a alguien con menos recursos. Algo así como un uno por dos. —No me imaginaba a alguien como Viktor dejándose chantajear con algo así, a no ser que pensase de la misma manera.

    —Algo muy honorable. Así alguien menos favorecido puede tener acceso a una buena asistencia médica. Ojalá se aplicase ese sistema de igualdad en todas partes.

    —La igualdad da lo mismo a todos. Esto es equidad, darle a cada uno lo que necesita, para que todos alcancen el mismo derecho.

    —Eres una listilla, ¿lo sabías? —Ya estábamos los dos en la cama, uno bien pegadito al otro, pero conseguí eliminar el poco espacio que nos separaba en algunas partes de nuestro cuerpo.

    —Por eso me quieres. —depositó un beso rápido en mis labios antes de acomodar su cabeza sobre la almohada.

    —Por eso, y porque puedes patearle el culo a un tipo armado con un cuchillo. —Ella puso los ojos en blanco ante mi recordatorio.

    —Hombres.

    —Descansa. Ahora tienes que cuidarte mucho más. —Besé su sien antes de acomodarme yo también.

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    3 Comments
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    3 Comments

  • Reply Ana 04/09/2025 at 05:35

    Ah que lindo es el amor ♥️

    • Reply Lili 06/09/2025 at 03:28

      todo está fríamente calculado

  • Reply Yanet 05/09/2025 at 16:20

    Pero que capitulo mas tierno………

  • Responder a Lili Cancel Reply

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