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    Dra. Jade

    Capítulo 10 DJ

    21/05/2025

    Leo

    Dicen que la felicidad es efímera, por eso nos aferramos a ella cuando la alcanzamos. Seguramente por ello estaba aferrado al cálido cuerpo de Jade, tratando de retener esa sensación de reconfortante plenitud que había alcanzado. Dormir a su lado era una de las experiencias más reconfortantes que podía experimentar. Mejor que el buen sexo, mejor que tener un gratificante día de trabajo salvando vidas, mejor que disfrutar del merecido descanso después de haberlo entregado todo. Ella cerraba el círculo que yo había empezado, completando el equilibrio que necesitaba en mi vida.

    Pero el equilibrio que todo lo rige tiene sus maneras de compensar todo lo bueno con algo malo, aunque no desees que eso llegue, al final te alcanza.

    El teléfono sonó sobre la mesita. No era la alarma para despertar, ese domingo no tenía que ir a trabajar. Era una llamada y de una persona que no solía hacerlo a esas horas del día.

    —Hola papá. —contesté receloso.

    —¿Te he despertado? —miré a la mujer que todavía dormía a mi lado, ajena a la llamada que tenía entre manos.

    Normalmente Jade habría despertado al primer timbrazo, pero este no era su tono de llamada, era el de mis padres, y además, no hacía mucho que habíamos saciado nuestra libido matutina con un grandioso revolcón mañanero. La había dejado agotada, y yo no estaba en mejores condiciones, pero una llamada de mi padre, un domingo a las siete de la mañana era capaz de despertarme mejor que un café turco bien cargado.

    —Tranquilo, estaba a punto de hacerlo. —dije mientras me alejaba de la cama en dirección al baño.

    —Bueno, eso ya no tiene solución. —En otro momento su tono habría sido más risueño ante un comentario como ese, pero la ausencia de diversión en su voz era un buen indicativo de que lo que tenía que decirme era importante. Y si lo sumaba a la hora, seguro que era importante, lo que me llevó a preocuparme.

    —¿Mamá está bien? —Fue mi primera reacción.

    —Sí, está bien. —El nudo que se había formado en mi pecho se disolvió con rapidez.

    —Será mejor que me digas lo que ocurre, sin rodeos. —Escuché un suspiro al otro lado de la línea.

    —Es el bisabuelo Jasper. —Todos, absolutamente todos mis músculos se tensaron. Sabía que era algo malo, pero no podía imaginarme cuanto, porque Jasper era un hombre de hacer las cosas a lo grande, y si era para su beneficio o para darte una lección, mucho más. Si lo sumaba a las amenazas que había recibido por su parte, la noticia que estaba a punto de recibir sería demoledora.

    Apreté el culo, los dientes, y todo aquello que me diese fuerzas para mantenerme en pie mientras mi progenitor soltaba la bomba.

    —Te escucho. —No tenía que olvidar que esto también le golpearía a él. Si no iba desencaminado, lo que tenía que decirme estaba relacionado con su secreta homosexualidad, y lo que esa revelación causaría a nuestra familia. 30 años de una gran mentira que podía destruir sus vidas.

    —Ha muerto. —Mi cabeza no podía procesar lo que acababa de escuchar.

    —¿Qué?

    —El bisabuelo Jasper ha muerto esta madrugada.

    Un cúmulo de sentimientos luchó por hacerse el más fuerte. ¿Dolor? No le quería como para sentir eso. ¿Pena? Dudo que alguien fuera o dentro de nuestra familia fuese capaz de sentir eso por Jasper. Quizás miedo, porque él era el que dirigía y alimentaba al gran rebaño de ovejas que llevaba su sangre. ¿Qué harían ahora que él ya no estaba? ¿alguno se había preparado para cuando esto ocurriese? De lo único que estaba seguro, es de que mis padres no serían unos de los que se viesen afectados. Ellos no dependían de las pagas que el abuelo Jasper asignaba a sus herederos.

    ¿Alivio? Creo que sí, eso sí. Hay una frase que dice “muerto el perro se acabó la rabia”. Si Jasper desaparecía, sus amenazas lo hacían con él. El secreto de mi padre se lo llevaría a la tumba, y con él su amenaza de desvelarlo al mundo.

    Pero no podía olvidar que mi padre llevaba su sangre, era su abuelo, y de alguna manera eso podía afectarlo. Si no se había ido de la familia, es que había vínculos que lo mantenían atado a ella.

    —Vaya, no lo esperaba. —reconocí. El bisabuelo Jasper era de ese tipo de personas que, aun sabiendo que era muy viejo, pensabas que seguiría ahí para siempre. Lo sé es una incongruencia que siendo médico pensase eso, pero era algo que estaba arraigado en todos nosotros. Jasper era una presencia que no mutaba con el tiempo.

    —Creo que él sí lo sabía, porque en los últimos días se había hecho algunas pruebas médicas y se sometió a algunos cambios en su dieta. Al menos es lo que hemos descubierto. —Algo me decía que no era porque supiera que iba a morir, sino que su visita al Altare tenía algo que ver. Podía preguntarle a Drake, pero ahora ya no tenía sentido saberlo. Aunque ¿habrían tenido algo que ver mi nueva familia? Dijeron que ellos se ocuparían de eliminar la amenaza que suponía Jasper para mis padres y para mí. Un escalofrío me recorrió de pies a cabeza en ese momento, como si me advirtiera de que esa posibilidad no era tan descabellada como me parecía.

    —¿Cómo te encuentras? —De todos, el estado de mi padre era el único que me preocupaba.

    —Le he conocido toda la vida, y se supone que debería sentirme triste porque era mi abuelo, pero… no sé, siento como si acabase de ser liberado de una especie de cárcel; aliviado pero desconcertado, como si no supiera muy bien qué hacer ahora.

    —Te entiendo. —Y muy bien.

    —Es extraño, pero incluso ahora que ha muerto puedo sentir que sigue controlándolo todo.

    —¿A qué te refieres?

    —Hay un séquito de personas encargándose de todo. Abogados, asistentes, seguridad… El viejo tenía todo planificado y atado, muy bien atado. El entierro será mañana, en Los Ángeles.

    —Pediré el día libre para ir —le informé. No sé si iba a hacerlo porque quería darle apoyo a mi padre, o si era para asegurarme de que aquella no era otra retorcida jugada de Jasper. Cuando viese como bajaban su ataúd al agujero de su descanso eterno, entonces podría dar por rota esa cadena que me ataba a él de forma definitiva.

    —El testamento se abrirá el jueves, así que tal vez necesites pedir algunos días más.

    —De acuerdo.

    —Entonces te veremos mañana, hijo. —Su voz parecía algo alicaída. Definitivamente necesitaba a alguien que lo ayudase a permanecer en pie, y era posible que mamá no fuese suficiente. Y no estoy diciendo que mi padre se derrumbase por el dolor o algo así, sencillamente era que estaba algo desubicado, y para mantenerte en el camino, a veces solo es necesario que alguien te recuerde hacia dónde quieres ir.

    —Os avisaré en cuanto tenga reservado el vuelo. Nos vemos, papá. —Antes de cerrar la llamada, sentí unos amorosos brazos rodeándome desde la espalda.

    —¿Todo bien? —La voz de Jade sonó preocupada. Con delicadeza tiré de ella para tenerla frente a mí. Solo ver aquellos pozos verdes llenos de amor hacia mí me hicieron sentir bien, en paz.

    —Tengo que viajar a Los Ángeles. Mi bisabuelo a fallecido —le informé.

    —Vaya, lo siento. —Sus brazos me abrazaron más fuerte, como si de esa manera pudiese transmitirme la endereza que necesitaba. No lo hacía, pero me servía cualquier excusa para recibir ese tipo de atenciones por parte de mi chica.

    —¿Crees que habría alguna posibilidad de que vinieras conmigo? El entierro es mañana —le pedí.

    —Hablaré con Anker, seguro que puede darme un par de días sin ningún problema. —Solo era cuestión de mover algunos cuadrantes de turnos, y si era el director del hospital quién daba la orden, nadie se atrevería a protestar.

    —Hablaremos los dos con él. Necesito pedirle algún día más para solucionar todos los asuntos legales que esto va a provocar. —No quería ni imaginar lo que ocurriría en la lectura de ese testamento, no por el trozo del pastel que podría tocarme, eso no me interesaba en lo más mínimo. Pero seguro que las hienas se pondrían a pelear por conseguir un buen trozo mientras el cadáver aún seguía caliente, por decirlo de alguna manera.

    —Entonces será mejor que no estés solo. —No comprendí realmente lo que sus palabras significaban, hasta que me di cuenta de que ella no era la persona en la que estaba pensando al decirlo.

    3 Comments
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    3 Comments

  • Reply Capítulo 9 DJ – Iris Boo 21/05/2025 at 19:55

    […] Seguir leyendo […]

  • Reply May 22/05/2025 at 06:18

    los abogados de la familia ahhh se pone bueno quien será 🤩🤩🤩🤩

    • Reply Patty Mezon 22/05/2025 at 12:11

      Andrei y Dimitry

    Responder a Patty Mezon Cancel Reply

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