Leo Papá volvió a mirar de nuevo el reloj. Mamá se estaba tomando lo de ‘no hay prisa’ al pie de la letra. ¿Cuánto
- Leo Me tenía extasiado. Como podía ser tan dulce y cuidadosa mientras trataba con el pequeño antes y después de iniciar la sedación, y
- Leo No estaba tan impaciente y nervioso desde que iba al instituto, al menos con lo referente a una chica. Pero no podría decir
- Leo Nada más cerrar la puerta, después de que saliese por ella mi último paciente, John se giró hacia mí con rostro sonriente. —¿Vamos
- Leo No hay nada más gratificante que darles buenas noticas a unos padres preocupados. Con la nueva medicación que le había prescrito a David,