Close Sidebar close
Iris Boo
  • Inicio
  • Blog
  • Biblioteca
    • Árboles genealógicos series Préstame y Legacy
    • Serie Origins
      • Ruso negro
      • Diablo Ruso
      • Mi griego
      • Universitas
    • Serie Préstame
      • ¡Préstame a tu novio!
      • ¡Préstame a tu cuñado!
      • ¡Préstame a tu hermano!
      • ¡Préstame tu piel!
      • ¡Préstame tu corazón!
      • ¡Préstame tu fuerza!
      • ¡Préstame tu sonrisa!
      • ¡Préstame tu calor!
      • ¡Préstame tu nombre!
      • ¡Préstame tu protección
      • ¡Préstame tus lágrimas!
      • ¡Préstame tu boca!
      • ¡Préstame tus ojos!
    • Serie Legacy
      • Dimitri
      • Anker
      • Tasha&Drake
      • Nika
      • Kiril
      • Goji
      • Grigor
      • Gabi
      • Bianca
      • Paula
      • El tormento de Owen
      • Adrik
    • Saga Elementos
      • Soy Agua
    • Serie Estrella Errante
      • Rigel – Estrella Errante 1
  • Tienda
    • Solicitar libro dedicado
  • Sobre Iris Boo

  • Inicio
  • Blog
  • Biblioteca
    • Árboles genealógicos series Préstame y Legacy
    • Serie Origins
      • Ruso negro
      • Diablo Ruso
      • Mi griego
      • Universitas
    • Serie Préstame
      • ¡Préstame a tu novio!
      • ¡Préstame a tu cuñado!
      • ¡Préstame a tu hermano!
      • ¡Préstame tu piel!
      • ¡Préstame tu corazón!
      • ¡Préstame tu fuerza!
      • ¡Préstame tu sonrisa!
      • ¡Préstame tu calor!
      • ¡Préstame tu nombre!
      • ¡Préstame tu protección
      • ¡Préstame tus lágrimas!
      • ¡Préstame tu boca!
      • ¡Préstame tus ojos!
    • Serie Legacy
      • Dimitri
      • Anker
      • Tasha&Drake
      • Nika
      • Kiril
      • Goji
      • Grigor
      • Gabi
      • Bianca
      • Paula
      • El tormento de Owen
      • Adrik
    • Saga Elementos
      • Soy Agua
    • Serie Estrella Errante
      • Rigel – Estrella Errante 1
  • Tienda
    • Solicitar libro dedicado
  • Sobre Iris Boo
Iris Boo
Iris Boo
    Kiril

    Capítulo 7 K

    12/05/2020

    Kiril

    Ya, uno para todos y todos para uno, bonito lema, pero no me había pasado desapercibido el que estos dos impresentables se cebaban conmigo porque les hacía madrugar media hora antes de lo que ellos consideraban que estaba bien. ¿Se creían que no lo había notado? Todos los días acababa de espaldas contra el suelo, intentando respirar como un pez fuera del agua.  ¿Un “todos contra todos”? De eso nada, eran ellos dos contra mí.

    —Vale, he tenido suficiente. —Luka sonrió mientras me tendía la mano. Con un enérgico tirón me puso en pie.

    —Cada día estás más flojo, Kiril. —me pinchó Adrik.

    —Gilipollas. —Se lo había ganado.

    —Yo también te quiero. —Y el idiota encima me tiraba un beso.

    —¿Estás bien? —Luka me lo preguntó mientras me tendía una botella con bebida isotónica. Bien fresquita, ¡cómo la necesitaba!

    —Solo dame unos minutos.

    —No es por presionarte, pero es hora de que te pongas en marcha. —Y lo decía mirando su reloj, no, nada de presión por ahí.

    —¿Quieres que vaya a recogerte después? —El idiota de Adrik no hacía más que presumir de coche. Había volado a Las Vegas el mismo día en que Sheila se había comprado el suyo, y después se había hecho el viaje de vuelta él solo en su coche. Un descerebrado impulsivo, pero no iba a quejarme, ahora teníamos coche y no uno cualquiera, el que él se había preparado para conducir por Las Vegas. Nada demasiado ostentoso, pero sí con una buen motor y buenos neumáticos, lo mejor si necesitabas hacer una carrera. Los hombres de la familia tenemos que estar siempre preparados, aunque tengo que reconocer, que en cuestión de coches, el suyo era mucho mejor que el mío.

    —No pasas desapercibido precisamente. —Y no era por el coche. Él me sonrió travieso.

    —¿Qué le voy a hacer? A las chicas les gusta mirarme. —Un día de estos, ese ego suyo iba a darle una patada en el trasero.

    —No sé cómo lo aguantas, se supone que tendrías que estar molido. —Observó Luka. Sí, al menos él tenía la decencia de preocuparse por las palizas físicas que me estaban dando.

    —Tranquilo, todavía puedo con 5 kilómetros. —Luka arrugó el ceño.

    —10 y medio, recuerda que tienes que hacer la vuelta hasta la residencia.

    —Ya, pero esa la hago después de haber descansado un poco y haber recuperado fuerzas. —Después de varios intentos infructuosos, había conseguido encontrar una combinación sana y sabrosa como fluido reconstituyente.

    —¿Algún día la cambiaran de turno? —Buena pregunta. Como decía, Adrik parecía un viva la vida, pero estaba a lo que tenía que estar cuando tenía que hacerlo. ¿Me salió una frase un poco retorcida? Tal vez, pero yo me entiendo.

    —Es la nueva. La tocará tragarse el peor turno todo el tiempo que el jefe quiera. —señaló Luka.

    —Yo creo que en el fondo le gusta. Puede ser un poco fastidioso madrugar tanto, pero le permite ir a clase toda la jornada, y luego tiene la tarde libre. —Por sus caras me pareció que yo había sido el único que había pensado en esa posibilidad. Luka pareció estudiarlo, mientras mantenía la mirada perdida en su pizarra imaginaria.

    —La verdad es que tiene mucho sentido.

    —Y yo pensando que éramos los únicos locos que se levantaban tan pronto a sufrir, por placer. —Estaba vez fuimos Luka y yo los que le miraron con cara rara.

    —Ella no lo hace por placer. —Le recriminó Luka.

    —Pues claro que no, solo ha sopesado las ventajas e inconvenientes y le salen a cuenta. —Antes de que la conversación fuese a más, el reloj de mi muñeca empezó a vibrar. Para mí se acabó la charla. —Me tengo que ir. ¿Te encargas de mis cosas? —Ya estaba alejándome de espaldas mientras le pedía a Luka que lo hiciera.

    —Claro, pero ya sabes lo que quiero a cambio. —Sí, lo sabía, una de esas magdalenas de olor adictivo, en buena hora me dio por llevarles un par de ellas. Ahora Luka se había vuelto un adepto. Me agaché lo justo para recoger una pequeña mochila que siempre llevaba encima cuando salía a correr, con una vez tuve suficiente.

    —Lo sé. —Levanté la mano para despedirme de ellos sin mirarlos mientras atravesaba la puerta. Lo bueno de esta pequeña charla es que me había dado tiempo para recuperarme lo justo para la carrera.

    Mientras caminaba deprisa por los pasillos, tomando ritmo hacia la salida, iba metiendo mis brazos por las asas de mi pequeño salvavidas. Dentro de aquella bolsa llevaba mi identificación de estudiante, una cartera con una tarjeta de crédito, algo de efectivo, mi teléfono y una pequeña botella de agua. ¡Ah!, casi lo olvido, y un pequeño kit de supervivencia del espía. No pregunten lo que había dentro, es secreto.

    Hay quién va a correr con los auriculares puestos reproduciendo algo de música para motivarse. Yo no lo necesitaba, además, no hay nada más peligroso. ¿Por qué? Si la música es todo lo que oyes no puedes escuchar al coche que pasa demasiado cerca de ti, una llamada de advertencia, cualquier cosa de que te avise de un peligro inminente. Yo no podía bajar la guardia, ninguno de nosotros podía hacerlo. Luka decía que si lo ponías suficientemente bajo, o si usabas solo un auricular, podías tener ambas cosas. Yo prefería no jugármela. Mis piernas pagaban la universidad, no podía arriesgarme a que se dañaran.

    Tenía la ruta estudiada, el tiempo cronometrado y el ritmo cogido. 23 minutos y entraría por aquella puerta para ayudar a Sheila con la primera tarea de la mañana. El tipo de la pastelería iba realmente a la carrera, así que llegaba, entregaba la enorme bandeja y se largaba. Y la bandeja no era precisamente liviana que digamos. Pero Sheila no se quejaba, como ella decía, era su trabajo. Ya, y era joven y fuerte, pero tarde o temprano su espalda pagaría las consecuencias. ¡Por Dios!, si era una delgaducha.

    ¿Qué hice yo?, alzarme como su galante caballero andante y llegar justo a tiempo para hacerme cargo de tan pesada tarea. Para mí no era un gran esfuerzo. ¿Saben el peso que levanto cada día en el gimnasio? Esas magdalenas no eran nada. Mucho bulto más que otra cosa.

    Torcí la esquina del edificio para ver la furgoneta de reparto estacionada frente a la cafetería. ¡Mierda!, llegaba tarde, o más bien, el tipo se había adelantado un par de minutos. Aceleré el paso y subí las escaleras de dos en dos para alcanzar la puerta de entrada del local.

    —Buenos días. —saludé educadamente.

    —Hola Kiril. —Estaba a punto de arrebatarle la caja de magdalenas al tipo, cuando este se giró mostrándome un rostro diferente. ¿Dónde estaba el repartidor de siempre? Este era… más joven, menos rechoncho, y sonreía de una manera que no me estaba gustando nada.

    —Bueno, ya me encargo de esto. —Sheila intentó cogerle la voluminosa bandeja, pero él la alzó para que no la alcanzara.

    —He dicho que lo haré yo. No me causa ninguna molestia el meterla hasta el mostrador. —Aquella maldita sonrisa de buen chico. ¡Mierda!, ¿estaba tratando de ligar con ella? Pues ya se podía dar puerta. Aferré la caja con energía y se la quité de las manos antes de que se diera cuenta.

    —Ya lo hago yo, no te preocupes. —Y antes de que protestara, ya la estaba metiendo en el local.

    —¡Vaya!, sí que tienes hambre. —¿Y el tipo se pensaba que era para tomar mi parte de esos dulces?

    —No le hagas caso, mi primo es un poco rarito. —¿Rarito? Dejé la caja sobre el mostrador y me giré para encontrar al idiota sonriéndole como un cachorrito delante de su juguete.

    —¿Tu primo? —Ah, no, a este había que dejarle claro que no tenía el camino libre. Si quería acercarse a Sheila tenía que pasar antes una criba de selección. O directamente mejor me deshacía de él.

    —Sí, pero un primo muy lejano.

    —Eh, bueno. Pues hasta mañana. Adiós. —Creo que lo entendió, o fue mi manera de clavarle puñales con la mirada, el caso es que se despidió educadamente y reculó. Sí, hasta mañana cretino, porque yo también iba a estar aquí. Y no iba a quitarte el ojo de encima.

    5 Comments
    • Capítulo 6 K

    • Capítulo 8 K

    You Might Also Like

    Capítulo 5 K

    08/05/2020

    Capítulo 10 K

    18/05/2020

    Capítulo 4 K

    06/05/2020

    5 Comments

  • Reply Johanna Marcela 12/05/2020 at 5:59 PM

    un largo camino nos espera, que emocion

  • Reply Greter Calero 12/05/2020 at 9:35 PM

    Me encanataaaaaa me facisna como ese esta desarrollando la historia , esta algo lenta pero eso me encanta todos los detalles hacen mas interesante la historia me encanta . Muchas gracias por todo Iris Dios te bendiga y que sigas asi adelante con todo lo que te propongas

  • Reply Yesenia 12/05/2020 at 10:22 PM

    Jajaja kiril marcando territorio

  • Reply Barby 13/05/2020 at 5:03 AM

    Kiril ya empezó a marcar territorio!!!! Tal vez ahora solo lo hace para asegurarse que no corra riesgos por que es la familia… Por eso anteriormente dijo NUESTRA CHICA, pero ya llegara el momento que dirá MI CHICA… Y ansio eso pero ya…!!! Jajajaja

  • Reply Jahaira 18/05/2020 at 9:00 PM

    Aaaaque pica jajaja vamos a ver

  • Leave a Reply Cancel Reply

Subscribe & Follow

Bienvenid@s a mi blog. Lo primero de todo, agradecerles su apoyo y fidelidad, pues es gracias a ellos, que he dado este salto: crear este punto de encuentro entre lectores y autor, donde podrán encontrar mi trabajo antes que en otras plataformas de lectura libre online. Si han llegado hasta aquí es porque ya me conocen, o han leído parte de mi trabajo. Para quienes me acaban de descubrir, solo decirles que soy una escritora de novela romántica, y que, en este espacio, al igual que ocurre en wattpad, podrán encontrar la mayoría de mis obras para poder leerlas libremente. Eso sí, les pediría que no plagien mi obra, ya que para mí supone un gran esfuerzo crear todo este material, y mucho más el ponerlo a su disposición. Además, que parte de ella, está protegida por los derechos de autor, ya que está inscrita en el registro de la propiedad intelectual. El objetivo de este blog es hacerles llegar, aunque de forma algo tosca, las historias que se acumulan en mi cabeza. Por eso espero que disculpen el que el material no esté pulido como sería propio de una gran escritora que presenta su obra al público. Pero no dispongo de nadie, como ocurre con otros autores, que se encargue de revisar, corregir y pulir mis escritos. Solo soy una sencilla persona con medios limitados, que intenta llegar a todas aquellas personas que desean disfrutar con las locas historias que pueblan esta cabeza inquieta. Si desean tener algunas de mis obras en formato físico, pueden hacerlo. Consulten en el enlace que encontrarán en la columna de la derecha. Sin más, espero que disfruten de mis escritos, que rían, lloren, se enfaden… pero, sobre todo, que terminen cada historia con una sonrisa en su cara, y con esa sensación de que, por un rato, se han evadido de la realidad para permitirse soñar conmigo. Sigan a mi lado, y les daré algo dulce, salado o picante, pero no demasiado, porque quiero que vuelvan siempre a por más.
Política de Privacidad

© 2014-2022 - Todos los derechos reservados.