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    Paula

    Capítulo 37 P

    03/05/2022

    Paula

    No tardó mucho, aunque a mi me pareció una eternidad. Al principio revisaba mi teléfono cada poco tiempo, esperando una reacción por su parte, pero nada, no llegaba. Después me relajé un poco, y dos días después ahí estaba. Tenía un mensaje de Jordan.

    —Siento lo ocurrido la última vez. Me gustaría explicarte lo sucedido. Sé que no merezco una oportunidad, pero me gustaría tenerla. Es mucho pedir pero ¿podríamos quedar para tomar una café?

    Medité largamente sobre sus palabras. ¿Iba a hablarme de su novia? ¿O quizás solo quería limpiar su alma contándome lo del espionaje? Cualquiera de las dos opciones me servía, aunque si las sumábamos ambas… Su novia. A veces olvidaba que yo no era más que un trabajo. Pero me desconcertaba el que insistiera en pedirme perdón, y sobre todo, aún recordaba el gesto poco amable que le había puesto a Owen cuando estábamos en el club. No sé, pensé que no le gustaba que otro hombre se interesaba por mí. ¿Celos? No era posible, pero quizás…

    Necesitaba un lugar donde me sintiera segura, y al mismo tiempo quería ser yo la que tuviese el poder. No sé si me entienden. Quería que nos viéramos en un lugar donde él se sintiera intimidado. No tuve que darle muchas vueltas; mi despacho. Allí tenía al equipo de seguridad del edificio para sacarlo si fuese necesario. Y detrás de la mesa de mi despacho, yo tenía el poder. Era mi territorio, él no era más que un intruso. Así le recordaba, que si jugaba conmigo, podía hacerle la vida imposible, al menos en el campo judicial. Una demanda por acoso, una orden de alejamiento… Cualquier cosa que le dejaría marcado.

    —Viernes por la tarde, en mi despacho. —Sopesé la hora en que quedaría con su novia, más que nada para que tuviese que justificar el que no estuviese con ella. —A las 7. —Era más noche que tarde, pero no me importaba.

    —Allí estaré. —La respuesta llegó demasiado rápido. Realmente parecía impaciente.

    Me recosté en mi sillón, sopesando qué más podía añadir a mi lado de la balanza. Mi trabajo lo apabullaría, ya lo hizo la vez anterior. Bueno, creo que lo que le impresionó era el lugar donde estaba mi oficina. Lo único nuevo que podía ofrecer era a mí misma, pero él no podía ver el cambio que había provocado en mi persona. Deseé que fuera consciente de que yo no era la mujer inocente y vulnerable que creía. Necesitaba hacerle ver que frente a él había una mujer fuerte, poderosa, y sobre todo, muy superior a él.

    Con un niño rico, lo que más importaba eran las apariencias. Recordé la vez que lo vi en el restaurante. Su novia iba vestida para que la gente la admirase. Yo podía hacer lo mismo. Pero no quería que me deseara, no quería ser para él un objeto sexual, no quería que pensara que me había vestido para agradarle. Mi intención era mostrarle que era algo que muchos desearían, pero que tenía que tener cuidado conmigo, porque si se descuidaba, podía morderle.

    La imagen de una espada se evocó en mi mente, concretamente una catana, letal, elegante, y refinadamente perfecta, sobria, sin demasiados adornos. Eso quería ser yo, un arma muy afilada, que impone respeto, pero de la que no puedes apartar la vista por su exquisita belleza. En ese momento lo supe. Me incliné hacia delante y cogí el teléfono, era el momento de hacer una llamada.

    —Hola, Bruno.

    —Vaya, hacía tiempo que no me llamabas, Pau. ¿Qué has roto? —La antigua yo le habría sacado la lengua.

    —¿Tienes cerca a tu mujer? Necesito algo de ropa nueva para el trabajo. —Aunque no con la imagen a la que él estaba acostumbrado.

    —Claro, te la paso…. —escuché como se movía—Nika, mi hermana necesita ropa de ejecutiva. —su voz sonó amortiguada, lejos del micrófono del aparato.

    —Hola, Paula. ¿Ya tienes una idea de lo que quieres? Ah, y tu hermano insiste en que paga él, así que no te preocupes por el precio.

    —Él sigue siendo un simple militar, y yo ahora tengo un buen trabajo, así que pagaré yo mi nuevo guardarropa. —Escuché un bufido.

    —Sí, bueno, ya hablaremos de eso. —bajo la voz antes de decir lo siguiente—Tenía pensado cobrarme ese traje en especias, así que no me lo fastidies. —¿Estaba hablando de sexo? ¿O tal vez de alguna tarea doméstica? No quería entrar en esa espiral decadente.

    —Vamos a lo importante. Necesito algo que deje con la boca abierta a la parte contraria. —casi podía imaginar la expresión de Nika al otro lado.

    —¿Boca abierta?

    —Sí, ya me entiendes. Chica poderosa y sexy.

     

    —Eso no se consigue solo con un vestido, Paula. Lo que me pides es…una suma de varias cosas. —Me sentí decepcionada.

    —Vale, ¿qué puedes ofrecerme?

    —¡Eh!, no he dicho que no se pueda conseguir. Si te pasas por la tienda, seguro que Luna puede decirte como completar lo que te falte. Ya sabes, zapatos, maletín, peinado, perfume… Todas esas cosas que hacen que una mujer marque la diferencia. —Ahí quería yo llegar.

    —¿Tendrá hueco para mañana?

    —Sí que tienes prisa. —Ni se imaginaba.

    —Tengo una negociación importante el viernes. Querría tener todo el conjunto listo para ese día. ¿Crees que sea posible?

    —Me encantan los retos. —Aprecié la sonrisa traviesa en su voz.

    —Entonces estoy en tus manos. Aunque sea en la distancia. —Lo que no sospeché, es que eso no sería así.

    Me sorprendió ver a Nika y Bruno al día siguiente en la tienda. A medio día me hicieron un hueco, y con las puertas de la exclusiva boutique cerradas, tenía a mi disposición a una costurera, una estilista, y una experta en moda. De allí saldría hecha una auténtica pantera de los juzgados, o al menos eso era lo que deseaba. Pero lo mejor de todo, fue estrujar a mi hermano. Necesitaba que un hombre me devolviese la fe en que los buenos chicos todavía existían. Vale, Owen está bien, pero no sé, no era del todo bueno, no sé si me entienden. En cambio, Bruno era un osito de peluche relleno de gominolas, algo suave y achuchable por fuera y dulce por dentro. Está claro que lo que una mujer aspira a conseguir es a alguien protector como su padre o su hermano, y al mismo tiempo sexy como un modelo de la revista GQ. ¡¿Qué?! A tiempo estoy para bajar un poco el listón.

    Jordan

    Tuve que hacer malabares para poder estar en el edificio donde trabajaba Paula a la hora que me pidió. Llegué unos minutos tarde, pero le envié un mensaje avisando me mi tardanza. Solo esperaba que ese inconveniente no estropease de inicio aquel encuentro.

    Mis manos temblaban mientras trataba de adecentar la camiseta que me había puesto de antes de salir del coche. Me pasé el peine frente al espejo retrovisor de la furgoneta, y recé porque el desodorante camuflara el olor a sudor de un largo día de trabajo bajo el sol. Sacudí tanto como pude mis pantalones vaqueros, y cambié las botas de trabajo por unas deportivas. Con el poco tiempo que tenía, era todo lo que pude conseguir.

    Habría preferido ir a casa, darme una ducha, y ponerme ropa elegante, pero en mi actual circunstancia era lo que había. Además de la escasez de tiempo, tampoco quería darle más pistas a mi madre de lo que iba a hacer. Si fracasaba, no quería sobre mi su mirada de lastima cuando le confesara que mi cita había sido un desastre.

    Mientras subía en el ascensor, repasé mi aspecto en la reluciente superficie brillante de la puerta. Respiré profundamente antes de abandonar el habitáculo cuándo las puertas se abrieron, y enfilé con decisión hacia el único despacho que tenía la luz encendida. Dia gracias porque no hubiese nadie más, no quería mirar a la cara a su primo, porque todavía tenía presente su amenaza. Si esto salía mal, me cortaría las pelotas para hacerse una funda para el teléfono. Egh, aparté esa desagradable ocurrencia de mi cabeza. Un mal presentimiento me golpeó antes de llegar hasta el umbral de la puerta, ¿y si su primo estaba dentro? Solté el aire pesadamente, era demasiado tarde para echarse atrás. Afrontaría cualquier cosa, podría con todo lo que me esperase allí dentro.

    Cuando la vi allí de pie, mirando por la ventana la ciudad, algo me golpeó dejándome anonadado. No estaba preparado para esto. Ella era el sueño de cualquier hombre, ¿cómo no me había dado cuenta antes? Si la chica con uniforme de camarera y los pies descalzos me pareció adorable, la abogada con tacones de 10 centímetros y vestido elegantemente sexy me dejó boquiabierto. Estaba perdido. Pero no sabía cuánto, hasta que ella se giró hacia mí. ¿Por qué?, porque ella sabía el poder que tenía sobre mí. En ese momento, yo no era más que un muñeco de trapo en sus manos.

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    10 Comments
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    10 Comments

  • Reply Andrea 03/05/2022 at 9:45 PM

    😱😱😱😱😈😈😈😈

  • Reply Ceci 03/05/2022 at 10:25 PM

    Que bien por Paula, pero me sigue gustando más la pareja Paula y Owen ❤️❤️😍😍😍

    • Reply Katiuska 04/05/2022 at 3:27 AM

      Yo opino lo mismo pero Pau quedará con Jordan por lo que se está manejando la historia

  • Reply Andrea 04/05/2022 at 2:56 AM

    Me gusta ver el cambio en Paula, sin embargo la quiero con Owen ! 🤭

  • Reply Katiuska 04/05/2022 at 3:26 AM

    Pau se merece eso y lo consiguió, prepárate Jordan que estás en el terreno de Pau

  • Reply Linda maria 04/05/2022 at 3:38 AM

    Ay Dios, se me hizo muy corto 🤭🤭

  • Reply Angie 04/05/2022 at 4:20 AM

    Ansiosa ya quiero ver este encuentro q ae dicen y en q quedan

  • Reply Elena 04/05/2022 at 5:03 AM

    Who me encanto, ya quiero saber más jiji

  • Reply Isabel 04/05/2022 at 10:43 PM

    No, Paula no tiene ni idea del poder que tiene sobre ti. Ella lo único que quería era no quedar como una mujer poca cosa comparada con Bibian.

  • Reply MAJO 05/05/2022 at 2:58 PM

    ME ENCATARIA QUE PAULA TERMINE JUNTO A OWEN… CREO QUE ELLA NECESITA ESE HOMBRE QUE LA CUIDE QUE SABER QUE TIEMPRE SERA PROTEGIDA POR EL SIN IMPORTAR QUE, Y OWEN NECESITA VER QUE NO TODAS LAS MUJERES SON DEBILES SINO QUE TIENEN DISTINTAS MATNERAS DE MONSTRAR SU FORTALEZA Y PAULA ES UNA DE ELLAS.
    AMO TEAMPAULAOWEN PERO RESPETO LA DECISION DE IRIS…. PORQUE AMO TUS LIBROS.

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Bienvenid@s a mi blog. Lo primero de todo, agradecerles su apoyo y fidelidad, pues es gracias a ellos, que he dado este salto: crear este punto de encuentro entre lectores y autor, donde podrán encontrar mi trabajo antes que en otras plataformas de lectura libre online. Si han llegado hasta aquí es porque ya me conocen, o han leído parte de mi trabajo. Para quienes me acaban de descubrir, solo decirles que soy una escritora de novela romántica, y que, en este espacio, al igual que ocurre en wattpad, podrán encontrar la mayoría de mis obras para poder leerlas libremente. Eso sí, les pediría que no plagien mi obra, ya que para mí supone un gran esfuerzo crear todo este material, y mucho más el ponerlo a su disposición. Además, que parte de ella, está protegida por los derechos de autor, ya que está inscrita en el registro de la propiedad intelectual. El objetivo de este blog es hacerles llegar, aunque de forma algo tosca, las historias que se acumulan en mi cabeza. Por eso espero que disculpen el que el material no esté pulido como sería propio de una gran escritora que presenta su obra al público. Pero no dispongo de nadie, como ocurre con otros autores, que se encargue de revisar, corregir y pulir mis escritos. Solo soy una sencilla persona con medios limitados, que intenta llegar a todas aquellas personas que desean disfrutar con las locas historias que pueblan esta cabeza inquieta. Si desean tener algunas de mis obras en formato físico, pueden hacerlo. Consulten en el enlace que encontrarán en la columna de la derecha. Sin más, espero que disfruten de mis escritos, que rían, lloren, se enfaden… pero, sobre todo, que terminen cada historia con una sonrisa en su cara, y con esa sensación de que, por un rato, se han evadido de la realidad para permitirse soñar conmigo. Sigan a mi lado, y les daré algo dulce, salado o picante, pero no demasiado, porque quiero que vuelvan siempre a por más.
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