Close Sidebar close
Iris Boo
  • Inicio
  • Blog
  • Biblioteca
    • Árboles genealógicos series Préstame y Legacy
    • Serie Origins
      • Ruso negro
      • Diablo Ruso
      • Mi griego
      • Universitas
    • Serie Préstame
      • ¡Préstame a tu novio!
      • ¡Préstame a tu cuñado!
      • ¡Préstame a tu hermano!
      • ¡Préstame tu piel!
      • ¡Préstame tu corazón!
      • ¡Préstame tu fuerza!
      • ¡Préstame tu sonrisa!
      • ¡Préstame tu calor!
      • ¡Préstame tu nombre!
      • ¡Préstame tu protección
      • ¡Préstame tus lágrimas!
      • ¡Préstame tu boca!
      • ¡Préstame tus ojos!
    • Serie Legacy
      • Dimitri
      • Anker
      • Tasha&Drake
      • Nika
      • Kiril
      • Goji
      • Grigor
      • Gabi
      • Bianca
      • Paula
      • El tormento de Owen
      • Adrik
    • Saga Elementos
      • Soy Agua
    • Serie Estrella Errante
      • Rigel – Estrella Errante 1
  • Tienda
    • Solicitar libro dedicado
  • Sobre Iris Boo

  • Inicio
  • Blog
  • Biblioteca
    • Árboles genealógicos series Préstame y Legacy
    • Serie Origins
      • Ruso negro
      • Diablo Ruso
      • Mi griego
      • Universitas
    • Serie Préstame
      • ¡Préstame a tu novio!
      • ¡Préstame a tu cuñado!
      • ¡Préstame a tu hermano!
      • ¡Préstame tu piel!
      • ¡Préstame tu corazón!
      • ¡Préstame tu fuerza!
      • ¡Préstame tu sonrisa!
      • ¡Préstame tu calor!
      • ¡Préstame tu nombre!
      • ¡Préstame tu protección
      • ¡Préstame tus lágrimas!
      • ¡Préstame tu boca!
      • ¡Préstame tus ojos!
    • Serie Legacy
      • Dimitri
      • Anker
      • Tasha&Drake
      • Nika
      • Kiril
      • Goji
      • Grigor
      • Gabi
      • Bianca
      • Paula
      • El tormento de Owen
      • Adrik
    • Saga Elementos
      • Soy Agua
    • Serie Estrella Errante
      • Rigel – Estrella Errante 1
  • Tienda
    • Solicitar libro dedicado
  • Sobre Iris Boo
Iris Boo
Iris Boo
    Kiril

    Capítulo 2 K

    02/05/2020

    Kiril

    Durante el vuelo a San Francisco me mantuve al margen tanto como pude. Alguien puede pensar que es difícil hacerlo en un vuelo privado con solo 12 pasajeros, pero subestiman la capacidad de un chico de meterse en su propio mundo. Unos auriculares, un teléfono, y música, nadie se preocuparía porque no entras en la conversación.

    Tengo que reconocer que me parece curiosa la forma en que el tío Viktor ve el mundo de la seguridad familiar. Él es el único que sabe unir anonimato y exclusividad. No sé, es como si el mismísimo presidente de los Estados Unidos decidiera hacer una escapada privada. Avión privado, que en vez de aterrizar en el aeropuerto más cercano lo hace en uno más concurrido, eso es, el de referencia en San Francisco. Luego tres vehículos de alquiler. Uno para cada grupo; el del primo Anker, su mujer Amy y Sheila, el del tío Serg, la tía Ella y Jade, y por último el nuestro, el más ruidoso, cortesía de Adrik.

    El tío Viktor pensó en todo. El coche grande era el nuestro, un SUV en el que íbamos los mosqueteros y uno de sus hombres como conductor. Los coches de las chicas eran menos llamativos, pero igualmente todos tenían un conductor asignado. Una medida de seguridad, porque estaba seguro que irían armados, y siendo hombres del tío Viktor, sabrían como defenderse de cualquier cosa. La caravana se separó poco después de salir del aeródromo privado, una hacia el este y la otra hacia el sur.

    Supongo que, salvo por nuestro transporte, pasamos bastante desapercibidos. A ver, que había muchos chicos que acababan de llegar al campus para instalarse, inscribirse en todo ese rollo de la universidad y ese tipo de cosas. Que algunos llegáramos en coches de alquiler de alta gama pues…eso solo hacía que se fijaran al principio, después, en cuanto nos veían sacar nuestro equipaje, dejábamos de ser interesantes.

    Una vez estacionados frente a nuestros alojamientos en el campus, Anker ayudó a Sheila con el equipaje, mientras ella y su madre caminaban delante con algún bolso. Me imaginé al tío Serg prácticamente haciendo lo mismo, solo que unos cuantos kilómetros más abajo. Iba a ser un infierno desplazarse de vez en cuando hasta Stanford para controlar que todo estuviese bien con Jade. Menos mal que el equipo de vigilancia haría casi todo el trabajo, nosotros solo nos “pasaríamos” inocentemente a ver qué tal estaban las primas.

    —Esto va a estar muy bien. —Adrik no hacía más que mirar a todas y cada una de las chicas con las que nos cruzábamos. Pero no era tonto, solo lo hacía descaradamente con aquellas que ya no tenían un perro guardián encima, y me refiero a alguno de sus padres.

    —Tranquilízate, tenemos unos cuantos años por delante. No quiero enemigos la primera semana. —Yo no podría haberlo dicho mejor.

    —Solo estoy mirando, Luka. —Creo que en ese momento tanto él como yo pudimos los ojos en blanco. Como si no conociéramos a Adrik. En todo grupo había lo que se denominaba el ligón, pues bien, en el nuestro era él.

    —¿Qué te parece si dejamos todo esto, nos registramos y después vamos a echarle un vistazo a las instalaciones deportivas? —¿No lo dije?, solo había una cosa que podría sacarlo de su roll de cazador, y era ponerle delante otra de sus actividades favoritas; luchar. Pregúntale a cualquiera de nosotros qué prefiere, ¿una pizza y una cerveza?, ¿o lanzar unos cuantos golpes? No importa quién te respondería, los tres diríamos los mismo: voy por mi equipo.

    Lo más divertido no es lanzar golpes, es aprender a defenderte de dos tipos grandes que saben luchar, y que hacen de todo el aprendizaje algo divertido. Y por qué no, además está el aliciente de golpear a Adrik. ¿No han tenido a veces ganas de cerrarle la boca a algún idiota con la boca muy grande? Pues eso, tanto Luka como yo podíamos hacerlo. ¿Y dónde poníamos en práctica toda nuestra “arte” de defensa personal? Pues en cualquier lugar que tuviese el suelo acolchado, un tatami sería lo ideal. Encontrar uno libre a las horas que solíamos entrenar sería lo complicado. Pero como todo era nuevo sería plan de ajustarnos a lo que había.

    Ahora que lo pienso, parece que odiamos a Adrik, pues no, nada más lejos. Puede ser un grano en el culo, pero es nuestro grano en el culo. Mataría por él, por cualquiera de la familia. Y hablando de familia.

    —¿Quién va a ir a comprobar el alojamiento de Sheila? —El tío Viktor nos puso al corriente de casi todo, el edificio la planta, la puerta… Solo debíamos ir hasta ahí, hacer una inspección rápida y familiarizarnos con la ubicación.

    —Yo iré. —Uf, casi que respiré cuando Luka se ofreció. No quería estar allí con Anker y Amy presentes, no sé, no quería que me robaran una de esas promesas de “pasarás por aquí de vez en cuando, ¿verdad?”. Si le tocaba a Luka yo estaría feliz.

    Mis métodos debían haber sido suficientes para mantenerme lejos del peligro, pero Murphy se había propuesto destrozarme el día. Justo al final de la cola estaba Sheila. ¿Y qué iba a hacer yo?, pues aguantar porque ella me había visto.

    —Hola. —saludé educado.

    —Hola. —Por su expresión ella tampoco estaba demasiado contenta de verme. ¿Había sido demasiado…? ¿Cómo se le llama a esa gente que se vuelve un gilipollas con los que le rodean? Sí, me lo merecía. Pero tenía que arreglar eso porque si tenía que pasarme por su zona de vez en cuando, y no parecer uno de esos acosadores que sale huyendo…

    —¿Qué tal tu habitación? ¿Es grande? —Sus párpados hicieron un extraño gesto, algo parecido a entrecerrarlos y abrirlos más, sí, suelo provocar ese efecto, sobre todo en las chicas. ¡¿Qué?!, a ver si se piensan que no me he dado cuenta, soy un regalo para la vista. Cuando te sientas al lado de una chica que suspira por los pasillos cuando pasamos por delante de ella, ¿qué creen que pasa?, pues eso, algo parecido a “no puedo creerlo, ¿me está pasando a mí?”.

    —Es rara, pero está bien. —¿Rara?, ¿qué quería decir con eso?

    —¿Qué quieres decir con rara? —¿Y por qué diablos me importaba a mí eso? Pues porque te había picado la curiosidad, así de sencillo.

    —Supongo que quisieron aprovechar un hueco que les quedaba, decidieron poner una cama y llamarlo habitación. —¿La habían instalado en una pajarera? Eso tenía que verlo por mí mismo y después avisar a Viktor, seguro que é podía mover algunos hilos y reubicarla en un lugar mejor.

    —Podemos preguntar a ver si hay otra habitación disponible. —Antes de que terminara de hacer mi sugerencia ella ya estaba negando con la cabeza.

    —Ya te he dicho que está bien. —No la entendía. Ahora sí que iba a pasar por esa habitación. —Tener un cuarto para mí sola es ya una ventaja. —Vale, si ella estaba contenta no había más que hablar. Espera, ¿y por qué demonios me tenía que haber encargado yo de eso? El primo Anker había subido a ese cuarto, seguro que podía hacer mucho más que yo al respecto.

    —Sí, no tener a un compañero que ronca por las noches está bien. —Ese era Adrik después de una noche de juerga dormido en una postura rara. Mejor apartaba esa imagen de mi cabeza.

    —¿Y la tuya? —Tardé un poquito en entender que se refería a mi habitación. ¿Por qué estaba tan despistado?

    —Yo no voy a tener la misma suerte que tú, somos tres en ese cuarto. —Ella movió la cabeza de manera rara antes de avanzar un paso adelante para seguir la cola que se había movido.

    —¿Ves? Una habitación rara es mejor que llena de gente. —Tenía que darle la razón.

    —¿Qué vas…? —No pude terminar la frase, porque en ese momento la cola se despejó y el administrativo me pisó el ¿…a hacer después?

    —Siguiente. —Salvado por la campana.

    —Oh, sí. —Sheila tendió el impreso que tenía que entregarle al tipo y yo me mordí la lengua. ¿Había estado a punto de decirle que se vendría a comer con nosotros? Se supone que tratas de alejarte de ella todo lo posible, Kiril ¿recuerdas? Ya, pero prometí cuidar de ella, y no me parecía bien dejarla sola su primer día en la universidad. Un poco de compañía hacía menos duro el golpe, aunque fuese con tres idiotas como nosotros. —¿Qué decías?

    —Qué pasaremos más tarde a buscarte para ir a comer algo. —Ella solo asintió, no había alegría en su cara, aunque tampoco ganas de huir. Vale, el plan no la entusiasmaba, pero era mejor que comer sola. ¡¿Eh?! Esto de leer la mente del otro parecía que podía hacerse en ambos sentidos. Y eso me gustó, porque si ella descubría mis secretos, yo podía descubrir los suyos. Si tenía algo con lo que “negociar” podía disuadirla a ir revelando por ahí lo que no quería que los demás supieran de mí.

    Seguir leyendo

    7 Comments
    • Capítulo 1 K

    • Capítulo 3 K

    You Might Also Like

    Capítulo 4 K

    06/05/2020

    Capítulo 3 K

    04/05/2020

    Capítulo 1 K

    01/05/2020

    7 Comments

  • Reply Loreley 02/05/2020 at 7:58 PM

    Mmmm..todavia no entiendo que oculta Kiril

    • Reply Virginia Fernández 02/05/2020 at 8:14 PM

      Se deja ganar en las carreras por sus primos, pero creo que oculta más cosas y no solo eso.

  • Reply Daniss 02/05/2020 at 10:33 PM

    Hay que empezar a entender a kiril… A ver qué pasó con estos dos

  • Reply Ruth Davila 03/05/2020 at 4:37 PM

    Será tan lindo como su papá 😊

  • Reply Barby 03/05/2020 at 10:11 PM

    La cabeza y caracter de Kiril es igualito a su padre… Yo todavía no lo comprendo

  • Reply Greter Calero 04/05/2020 at 6:07 AM

    La cabeza me va a explotar jajaja pero esta buenisimoo

  • Reply Yesenia 04/05/2020 at 7:28 PM

    que escoden los dos

  • Leave a Reply Cancel Reply

Subscribe & Follow

Bienvenid@s a mi blog. Lo primero de todo, agradecerles su apoyo y fidelidad, pues es gracias a ellos, que he dado este salto: crear este punto de encuentro entre lectores y autor, donde podrán encontrar mi trabajo antes que en otras plataformas de lectura libre online. Si han llegado hasta aquí es porque ya me conocen, o han leído parte de mi trabajo. Para quienes me acaban de descubrir, solo decirles que soy una escritora de novela romántica, y que, en este espacio, al igual que ocurre en wattpad, podrán encontrar la mayoría de mis obras para poder leerlas libremente. Eso sí, les pediría que no plagien mi obra, ya que para mí supone un gran esfuerzo crear todo este material, y mucho más el ponerlo a su disposición. Además, que parte de ella, está protegida por los derechos de autor, ya que está inscrita en el registro de la propiedad intelectual. El objetivo de este blog es hacerles llegar, aunque de forma algo tosca, las historias que se acumulan en mi cabeza. Por eso espero que disculpen el que el material no esté pulido como sería propio de una gran escritora que presenta su obra al público. Pero no dispongo de nadie, como ocurre con otros autores, que se encargue de revisar, corregir y pulir mis escritos. Solo soy una sencilla persona con medios limitados, que intenta llegar a todas aquellas personas que desean disfrutar con las locas historias que pueblan esta cabeza inquieta. Si desean tener algunas de mis obras en formato físico, pueden hacerlo. Consulten en el enlace que encontrarán en la columna de la derecha. Sin más, espero que disfruten de mis escritos, que rían, lloren, se enfaden… pero, sobre todo, que terminen cada historia con una sonrisa en su cara, y con esa sensación de que, por un rato, se han evadido de la realidad para permitirse soñar conmigo. Sigan a mi lado, y les daré algo dulce, salado o picante, pero no demasiado, porque quiero que vuelvan siempre a por más.
Política de Privacidad

© 2014-2022 - Todos los derechos reservados.