Close Sidebar close
Iris Boo
  • Inicio
  • Blog
  • Biblioteca
    • Árboles genealógicos series Préstame y Legacy
    • Serie Origins
      • Ruso negro
      • Diablo Ruso
      • Mi griego
      • Universitas
    • Serie Préstame
      • ¡Préstame a tu novio!
      • ¡Préstame a tu cuñado!
      • ¡Préstame a tu hermano!
      • ¡Préstame tu piel!
      • ¡Préstame tu corazón!
      • ¡Préstame tu fuerza!
      • ¡Préstame tu sonrisa!
      • ¡Préstame tu calor!
      • ¡Préstame tu nombre!
      • ¡Préstame tu protección
      • ¡Préstame tus lágrimas!
      • ¡Préstame tu boca!
      • ¡Préstame tus ojos!
    • Serie Legacy
      • Dimitri
      • Anker
      • Tasha&Drake
      • Nika
      • Kiril
      • Goji
      • Grigor
      • Gabi
      • Bianca
      • Paula
      • El tormento de Owen
      • Adrik
    • Saga Elementos
      • Soy Agua
    • Serie Estrella Errante
      • Rigel – Estrella Errante 1
  • Tienda
    • Solicitar libro dedicado
  • Sobre Iris Boo

  • Inicio
  • Blog
  • Biblioteca
    • Árboles genealógicos series Préstame y Legacy
    • Serie Origins
      • Ruso negro
      • Diablo Ruso
      • Mi griego
      • Universitas
    • Serie Préstame
      • ¡Préstame a tu novio!
      • ¡Préstame a tu cuñado!
      • ¡Préstame a tu hermano!
      • ¡Préstame tu piel!
      • ¡Préstame tu corazón!
      • ¡Préstame tu fuerza!
      • ¡Préstame tu sonrisa!
      • ¡Préstame tu calor!
      • ¡Préstame tu nombre!
      • ¡Préstame tu protección
      • ¡Préstame tus lágrimas!
      • ¡Préstame tu boca!
      • ¡Préstame tus ojos!
    • Serie Legacy
      • Dimitri
      • Anker
      • Tasha&Drake
      • Nika
      • Kiril
      • Goji
      • Grigor
      • Gabi
      • Bianca
      • Paula
      • El tormento de Owen
      • Adrik
    • Saga Elementos
      • Soy Agua
    • Serie Estrella Errante
      • Rigel – Estrella Errante 1
  • Tienda
    • Solicitar libro dedicado
  • Sobre Iris Boo
Iris Boo
Iris Boo
    Soy Agua

    Capítulo 1 SA

    08/09/2019

    Estamos en pleno siglo XXI, aquella forma de dirigirse a otra persona, sobre todo a alguien como yo, parecía sacada de una película medieval. Miré a mi alrededor, buscando el contacto visual que cualquiera pudiese darme, algo que me confirmase que aquello que estaba ocurriendo, no era producto de mi imaginación. Y no, no lo era, porque la gente que pasaba cerca de nosotros, nos miraba de forma extraña. Algunos confundidos, otros divertidos, otros intrigados…pero todos muy seguros de que aquel hombre estaba realmente ahí, arrodillado ante mí, como si yo fuera la mismísima reina de Inglaterra.

    Mi vergüenza me hizo moverme, alejarme tanto como pudiese de aquella situación, de aquel hombre. Y me giré, dándole la espalda, y comencé a caminar tan deprisa como podía, sin parecer que estaba corriendo. Pero no sirvió de mucho, porque antes de dar cuatro pasos, él estaba caminando a mi lado. No intentó detenerme, sus manos estaban unidas a su espalda mientras me acompañaba sin ninguna dificultad. Y aunque aumenté mi ritmo, él simplemente se ajustó a mí, como si no quisiera forzarme a nada, pero al mismo tiempo tampoco pensara ir a ninguna otra parte.

    –Déjeme en paz. –

    –Lo siento, pero no puedo. –

    –Sí que puede, se queda quieto, y deja que me vaya, así de sencillo. – estaba junto a la carretera, y miré a ambos lados antes de cruzar por el paso de peatones

    –Nada es sencillo cuando se trata de ti. – miré su rostro confundida, y me dispuse a cruzar. Antes de que un coche me llevara por delante, su mano tiró de mí para sostenerme en lugar seguro. Tardó un rato demasiado largo en soltarme, pero finalmente lo hizo, volviendo a unir las manos a su espalda.

    –Gra…gracias. – él me dio una tímida sonrisa.

    –Estoy aquí para protegerte. – reaccioné en ese momento, y lo hice de manera brusca, porque acababa de darme cuenta, que sí, me había librado de ser atropellada por un coche, pero no habría estado en esa situación de no haber sido por su culpa. Así que, en cierto modo, él era el que me había puesto en peligro.

    –Entonces déjeme en paz. Casi me atropellan por su culpa. – él sonrió otra vez, y sacudió ligeramente la cabeza.

    –Eres tú la que huye como un pollo sin cabeza. Si dejaras de correr, nada de esto volverá a suceder. –

    –Ya, pues va a ser que no. –

    Él alzó sus hombros en señal de aceptación indolente. Revisé de nuevo la carretera, y esta vez la crucé con más cuidado. Él lo hizo a mi lado. Estaba claro que no iba a poder deshacerme del hombre. Bien, pues si quería jugar, que se buscara otro compañero de partida. No es que yo fuese demasiado inteligente, pero creía que sí lo era suficiente, como para salir de esa situación.

    –Dime una cosa. Antes me has llamado mi señora, y te has puesto de rodillas. ¿Eso quiere decir que soy alguien importante? –

    –Así es. –

    –Alguien a quien muestras respeto. –

    –Sí. –

    –Entonces, ¿por qué te diriges a mí de una manera tan informal?, ya sabes, me tratas de tú, no de usted. – caminé más pausada, lo justo para no perder el resuello, pero no para que creyese que aceptaba sus desvaríos.

    –Perdóname, pero es que nos conocemos…nos conocimos lo suficientemente bien, como para dejar esos formalismos de lado. –

    –¿Antes, cuando me conociste, estabas a mi servicio? – el tipo sonrió, sin apartar la vista de nuestro camino, aunque de vez en cuando me daba pequeñas miradas.

    –No exactamente. –

    –¿Qué quiere decir que no exactamente? –

    –No estaba a tu servicio directamente, pero… es difícil de explicar. –

    –Ya, qué conveniente. – sus cejas se juntaron, como si mi respuesta no le hubiese gustado en absoluto.

    –Tendría que contarte quién eras antes, y como era tu vida, para que realmente entendieses lo que significabas para mí, para todos nosotros. – mis pies se pararon en seco.

    –¿Hay más? –

    –Ahora ya no muchos, pero si, los hay. –

    –Vaya. – Genial, no solo había un loco, sino que había más, o al menos creía que los había. Volví a caminar, y él permaneció en su puesto junto a mí.

    –Y ¿vas a contarme quién era antes? – su rostro se volvió hacia mí.

    –La mitad de la calle no es el lugar más apropiado para hacerlo. –

    –Ya, ¿y dónde pensabas hacerlo? –

    –En el viaje de vuelta a casa. –

    –Buen intento, eh… ¿cómo se supone que debo llamarte? – su sonrisa volvió a su rostro, y por un momento, me pareció que estaba recordando.

    –Me llamabas Evan. – ¿Yo le llamaba?, no era momento para entrar en eso, porque cada respuesta que me daba, parecía suscitar más preguntas. Miré a mi alrededor, consciente de que había llegado exactamente al lugar que quería.

    –Vale Evan. Aquí es donde nos separamos. –

    –No voy a separarme de ti. No voy a volver a hacerlo. – Como decía, más preguntas.

    –No entiendes. – señalé con el dedo hacia arriba, para que mirara el cartel que estaba sobre nuestras cabezas. No tenía idea de que manicomio había salido, pero seguro que entendía lo que significaba el lugar en el que estábamos. – Oh me dejas en paz y desapareces, o empezaré a gritar pidiendo ayuda, y serías un completo idiota si intentas secuestrar a una chica delante de una comisaría de policía. – Evan levantó la cabeza, y se fijó en el cartel que corroboraba mis palabras.

    –Muy inteligente, pero eso no te librará de mí. – ¿no?, abrí la boca y empecé a gritar socorro mientras corría hacia las puertas de la comisaría. No me detuve hasta que choqué con los brazos uniformados de un policía.

    –¿Se encuentra bien? –

    –Un hombre me está siguiendo. – volví la cabeza hacia atrás, pero la persona que buscaba había desparecido. Cómo supuse, loco sí, pero tonto no.

    Seguir leyendo

    • Prólogo Soy Agua

    • Capítulo 2 SA

    You Might Also Like

    Capítulo 3 SA

    08/09/2019

    Capítulo 5 SA

    08/09/2019

    Capítulo 10 SA

    12/10/2019

    No Comments

    Leave a Reply Cancel Reply

Subscribe & Follow

Bienvenid@s a mi blog. Lo primero de todo, agradecerles su apoyo y fidelidad, pues es gracias a ellos, que he dado este salto: crear este punto de encuentro entre lectores y autor, donde podrán encontrar mi trabajo antes que en otras plataformas de lectura libre online. Si han llegado hasta aquí es porque ya me conocen, o han leído parte de mi trabajo. Para quienes me acaban de descubrir, solo decirles que soy una escritora de novela romántica, y que, en este espacio, al igual que ocurre en wattpad, podrán encontrar la mayoría de mis obras para poder leerlas libremente. Eso sí, les pediría que no plagien mi obra, ya que para mí supone un gran esfuerzo crear todo este material, y mucho más el ponerlo a su disposición. Además, que parte de ella, está protegida por los derechos de autor, ya que está inscrita en el registro de la propiedad intelectual. El objetivo de este blog es hacerles llegar, aunque de forma algo tosca, las historias que se acumulan en mi cabeza. Por eso espero que disculpen el que el material no esté pulido como sería propio de una gran escritora que presenta su obra al público. Pero no dispongo de nadie, como ocurre con otros autores, que se encargue de revisar, corregir y pulir mis escritos. Solo soy una sencilla persona con medios limitados, que intenta llegar a todas aquellas personas que desean disfrutar con las locas historias que pueblan esta cabeza inquieta. Si desean tener algunas de mis obras en formato físico, pueden hacerlo. Consulten en el enlace que encontrarán en la columna de la derecha. Sin más, espero que disfruten de mis escritos, que rían, lloren, se enfaden… pero, sobre todo, que terminen cada historia con una sonrisa en su cara, y con esa sensación de que, por un rato, se han evadido de la realidad para permitirse soñar conmigo. Sigan a mi lado, y les daré algo dulce, salado o picante, pero no demasiado, porque quiero que vuelvan siempre a por más.
Política de Privacidad

© 2014-2022 - Todos los derechos reservados.